Gabriel Boric, en su discurso, reiteró su postura de que no habrá un nuevo proceso constituyente durante su mandato
Gabriel Boric, en su discurso, reiteró su postura de que no habrá un nuevo proceso constituyente durante su mandato: «En nuestro período presidencial, el proceso constitucional llega a su fin; las prioridades apremiantes son otras».
Hizo hincapié en que, si bien el objetivo original del proceso de modificación de la Carta Magna era inspirar esperanza, el resultado final generó más frustración que otra cosa: «El país se polarizó, dividió y, más allá del resultado categórico, no logró reflejar la aspiración de una nueva Constitución consensuada por todos».
Boric subrayó que el resultado del plebiscito es un llamado de alerta, una señal de que se requiere mayor capacidad de diálogo y, sobre todo, acciones concretas para solucionar los problemas urgentes que enfrentan los chilenos. Destacó la necesidad de abandonar las trincheras políticas y enfocarse en soluciones para los desafíos actuales.
Con más del 96% de los votos escrutados, el 55,76% rechazó un texto conservador elaborado por la ultraderecha y la derecha tradicional, frente al 44,24% que buscaba su aprobación. Es la segunda vez en dos años que los chilenos rechazan propuestas para reemplazar la Constitución de la dictadura.
El presidente del partido derechista UDI, Javier Macaya, reconoció la ratificación de la actual Constitución, respetando la respuesta democrática del país. Chile se ha posicionado al rechazar propuestas extremas, como la presentada por un consejo dominado por el Partido Republicano, que era más conservadora que la actual Carta Magna.
Entre otros aspectos, el texto rechazado limitaba el rol del Estado en la economía de mercado y planteaba revisar el derecho al aborto en tres causales. También endurecía las políticas migratorias con la expulsión rápida de los migrantes en situación irregular.
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